No pertenecemos a este lugar




No pertenecemos al lugar
del efímero presente del silencio

No pertenecemos al tiempo
del melancólico espacio del recuerdo

No, no somos los dueños de este encierro

Nosotros no creemos en los engranajes,
no viviremos entonces bajo el compás de los relojes
en esta hora gris de la falsa libertad
y la falsa seguridad de las repeticiones

Nosotros somos el futuro,
no el horizonte que admiran los ancianos en su reposada enfermedad
Nosotros somos el futuro incierto en la oscuridad
la duda que se cierne sobre el futuro de los dictadores

Pertenecemos al no reino del devenir
ahí no hay reyes que dirijan los cielos
Sin embargo, en nuestro futuro,
el sueño es el emperador de nuestros pensamientos



y se ha abolido la razón de plástico y dominación
y se ha abolido la esperanza añeja de temor



En la laguna que forman las constelaciones
que vagabundean hacia nuestro futuro,
los ánsares de cristal elevan su aserrín diabólico con cada aleteo
y en la imaginación de un niño se ha redactado la carta magna
que reafirma la inutilidad de las leyes
y los inventarios

En la laguna donde desaguan los orgasmos de los excelsos
existe un futuro
que ha abolido el raciocinio
existe el sueño
que ha abolido la lógica del pensamiento
 





Rodrigo Conde

Comentarios

  1. Me gusta mucho!!! Es más maduro, más no se, tiene algo nuevo y especial!! se puede palpar la melancolía y quizás, la victoria.

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