Trampa



A veces caminamos hacia la oscuridad, a través de sucias presunciones. A veces hay bosques a los que nos adentramos sin saber si podremos salir. A veces hay carreteras sin carteles ni límites de velocidad.

No tengas miedo, en esta trampa hay lugar para los dos.

Dos caballos, un mismo barranco. No me malinterpretes, no es que vayamos a morir. Es que no hay escape de vos ni de mí.
Jugar juega cualquiera, mentir es dulce y te relame. Lo que cuenta realmente es entregarse a la fantasía, vivir por una ilusión, una mentira.

No tengas miedo, en esta trampa hay lugar para los dos.

Entra, preciosa, la puerta se cerrará detrás tuyo. Este es un callejón sin salida, así, tal cual como te gusta. Tranquila, te prometo que saldremos lastimados los dos, así, tal cual como te gusta. 
Seré rudo, te lo prometo, más rudo que la vez anterior. Tu cuerpo temblará por dentro, vibraran graves las paredes de la habitación, como el susurro de un negro cantando blues.
Es hermosa esta trampa, brilla como un diamante en una caja negra, como el destello de un cuchillo en medio de la oscuridad.

Hay quienes cuentan la historia, le hablan a sus nietos de sus viejas anécdotas. Nosotros no podríamos, por pudor o vergüenza, lo nuestro es incontable.
Hay quienes cerraron las ventanas y trabaron las puertas, esperaron invierno tras invierno que pase la tormenta. Nosotros no podríamos, somos cazadores y ya se sabe, la pólvora en algún momento se acaba.
Hay quienes sobreviven, saben como sonreír, saben decir las palabras adecuadas, saben conseguir los amigos correctos. Nosotros no podríamos, no nacimos para eso, simplemente no nacimos para eso. Somos los otros, los que no cuentan la historia, los que no se esconden, los que no sobreviven.

No me malinterpretes, no es que vayamos a morir. Es que no hay escape de vos ni de mí.


Rodrigo Conde


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