Dónde estás bestia?
Dónde andás, bestia?
Los vecinos que aún no te conocen ya se están quejando
Dónde estás, bestia?
Acá no me dejan romper los hoteles, solo
Dónde andarás, bestia?
La casa esta nerviosa, quiere conocerte,
de tanto que te pienso ya los pisos y los vidrios te temen
Siento que cada vez escribo peor
Con el tiempo mucha gente se va aburguesando,
pero creo que yo me estoy bestializando,
como un animal que ya no cabe en el sillón
Ya me olvidé de la gran novela,
ya me cansé de buscar la gran palabra
Las acciones pudieron más que las letras,
la calle tiró más que el escritorio
y el cursor en la pantalla, titilando horas y horas, de madrugada
Ya no estoy buscando la oscuridad ingeniosa de los poetas,
me despierto cuando sale el sol y mis piernas quieren salir a sudar,
quieren el golpe de las olas, los raspones de las ramas
quieren tu cuerpo, bestia, que más que hablar, sabe aullar
Soy un hombre que festeja la vida, la aventura de estar vivos
Tener una piel que entregar
y unos brazos que saben trabajar, robar y compartir
Le ganaste a la poesía, bestia,
y a todo ese amaneramiento encantador
Tu cuerpo, que invoca mi cuerpo, calla las palabras
y cualquier garabato o filosofía donde solía esconderme
No me arrepiento de nada, amo todo lo que perdí!
Pero soy un hombre de acción y sudores
la literatura siempre fue muy delicada
para estas manos que tanto saben de romper
Bestia, te espero,
llevame en tu cabellera impredecible
arrastrame en tu grito incontrolablemente vivo
Pasame por encima, no me importa nada!
Mi gran aventura aún no está escrita
y no, no hay letras que puedan escribirla...
Rodrigo Conde
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