Hambre
Hoy la poesía me es esquiva,
la arcilla se endureció en las manos
justo antes de crear mi venus
y tengo estas formas redondas
que hablan en múltiples dialectos
y que no dicen nada al fin y al cabo
Este esperanto me es escaso
para decir lo simple
y no sé cual es el idioma
para que entiendas mis gestos, mi mirada, mi cruz y mi santo
Hambre…
La poesía hoy me es esquiva
y se frota como golfa
amándome sin desvestirme
palpándome por fuera
como niño que toca golosinas en su envoltorio
Palabras, cifras, guirnaldas...
No me creas cuando te diga
que tú y yo somos especiales
y que nuestro destino nos ha unido
para crear este mágico momento
(he usado esa frase decenas de veces)
Hambre…
Lo único que realmente importa es el hambre
la puntada en el estómago
el retorcijón, la angustia,
no eso que llamamos “hambre”, el hambre realmente
La poesía empieza a hacerse irreversiblemente esquiva,
se desvanece entre mis dedos
como un haz de luz por la mañana
Cuando tenía cuatro años les conté a mis padres que quería ser poeta
Mi familia era humilde y decir eso
era como planear que iba a cosechar tréboles de cuatro hojas
Mi padre no me pegó, pero extendió su mano frente a mí,
me enseñó su piel seca y sus cayos
y me explicó que sólo sería un hombre
cuando aprendiera que la realidad pesa más que las palabras
Mi madre, de quien heredé el orgullo y la soberbia,
me enseñó la ambición sin límite de los verbos
y dijo que sólo lograría hacer realidad mis sueños
cuando esté dispuesto a sacrificar todo por ellos
Mi vida la he vivido como mi padre
soñando como soñaba mi madre
Pero ahora es el hambre lo que importa
y esta realidad que aplasta cualquier ensayo de palabra
De tanto soportar su peso
mis brazos se han hecho fuertes
y mientras mi lengua es fina
mis manos se parecen cada vez más a las de ese hombre, en esa tarde
Él se ha ido, pero cargo con sus ropas, su cruz y sus trastos
Padre, soy mas grande de lo que tú eras,
he aprendido a cargar la roca, a moler el trigo, a romper la tierra
Mis piernas se han hecho lentas y duras, mi espalda se dobla
la mirada ya no es tierna, miro con fervor y vehemencia
tengo el ceño fruncido, arrugas y las manos gruesas
Pero aún, mientras levanto las cargas,
mi frente se alza y sueño grandes ilusiones
me emocionan las voces, la brisa
y lloro como lloraba mi madre
Igual, es verdad,
la poesía no llenará mi plato ni arropará mis noches
A esa mujer no le importa la novela que escribiré sobre ella
esa mujer solo quiere mi abrazo por la mañana
No seamos ilusos, no se ama con literatura
se ama realmente o no se ama nada
Tú no lo sabes, tú piensas que juego con las palabras
para robarte una idea o un suspiro o una mueca
Pero yo sé fehacientemente
que la realidad pesa
y que mañana mismo podría morir de hambre
La realidad pesa
mañana podría morir de hambre
pero yo soy un hombre que levanta su carga y sueña.
Rodrigo Conde
El unico camino que supone un verdadero reto,
ResponderEliminares superarse a si mismo.
T.L.C 2008
cxv
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ResponderEliminarMagnífico, Rodrigo. El título La realidad y el deseo de Cernuda resume bien la idea de tu poema, al final no hay una si otro, pero no son lo mismo. Me encantó. Besos
ResponderEliminarGracias Alejandra, un orgullo que te haya gustado. Besos...
ResponderEliminarNo desistas Rodrigo.. He tomado mi primer cafe leyendo tu poema y no me ha dejado indiferente y eso es bueno. No dejes de luchar nunca por un sueño.. que es una realidad.
ResponderEliminarVales mucho!!
Brillante Ro, pero entristecedor también... una lágrima se derramó por el teclado cuando lo leí y me hizo recordar lo mucho que te quiero y te extraño.
ResponderEliminarBrillante Ro, pero entristecedor también... una lágrima se derramó por el teclado cuando lo leí y me hizo recordar lo mucho que te quiero y te extraño.
ResponderEliminarRodrigo, escribis bien y me gusta tu estilo, eso demuestra que has leido mucho. Seguí asi, con el correr del tiempo te daras cuenta que lo hecho hasta hoy es como iniciar una escalada al Aconcagua
ResponderEliminarde vos depende... Un abrazo.
...Cocho