Luz rabiosa

Qué es esa luz que sale de mi habitación, 
aunque afuera haya nubes oscuras? 
No hay aves cantando, 
no hay dios paternal 
y el sol no me ilumina
No los necesito, yo solo sé como llegar

Mira mis labios cuando hago mi ronda
a través de largos pasillos grises
y te darás cuenta que voy tarareando una canción 
Cargo baúles inmensos, martilleo el hierro una y otra vez,
repito sin cansarme las mismas frases que me dicen que repita 
y, aún así, cada mañana me levanto excitado y sonriente

Las grandes fábricas, las oficinas hacinadas 
los trenes de reses, los ómnibus que van al matadero
los días sin dormir, las traiciones de la calle
años tras años contando monedas

Nada de eso ha podido apagar 
esta luz rabiosa que me sale de adentro
terca, voraz, salvaje,
que me hace gritar:
–ven?, no pueden conmigo, nunca podrán!

Ella me veía volver de galpones negros
me desnudaba 
y lo único que tenía limpio era los ojos
Trabajaba más horas de las que dormía
y todos las noches hacíamos el amor desesperados 

Cuanto más cansado estuve, cuanto más pobre fui
cuanto más orgullo tragué, cuanto más veces perdí,
más me aferré a la belleza y la fe
Así he vivido toda mi vida

Sino me hubiese hundido tantas veces, 
hoy no sería quien soy
y no podría decirte:
–has visto?, hay una luz extraña que está llevando mi locura hacia ti

A mí la ternura me la enseñaron a los golpes,
cuanto peor me ha tratado la vida, más me aferré al amor

Rodrigo Conde